Gestos Fugaces

Cuando el país parecía encogerse y el suelo agrietarse bajo nuestros pies, aparecían pequeñas escenas que nos sostenían y que se convertían en refugio.

En medio del ruido, de la cotidianidad dura y de la simpleza, alguien se acerca, alguien comparte, alguien piensa en todos y todos piensan en alguien. Ahí es donde lo colectivo nos rescata y hace una red que nos sostiene.
Cierro los ojos y veo la televisión afuera de la casa de mi abuela; ahí todos los chamos de la calle vimos por primera vez Shrek.
Las vecinas pasando el vaho de la tarde bajo las trinitarias; mi abuela pidiéndome que vaya a la tienda por mil de piñitas; Pipina ofreciendo café desde el muro de la casa.
Nos veo a todos rezando para que llegue el agua. “Llegó donde Yusmari, nos va a sacar la manguera”.
Eso tienen estos dibujos: gestos fugaces donde las personas se acompañaron.