Los marabinos repiten sonrientes que Maracaibo es la ciudad más fría de Venezuela. Será el invierno de los aires a 16 ºC al que se refieren.
¿Podría Hender haber caminado con un hueco en el zapato por la calle del Milagro?
Los niños jugarían en plano agosto con la manguera de sus casa y gastar la poca agua que llega.
O los albañiles justificar la cerveza después de la jornada «la fría pal calor», que llaman.
El ventilador dejaría de ser el dragón dormido que custodia las gotas de sudor bajo el bahío de la tarde en los porches marabinos.
Mis vecinas abandonarían sus charlas vespertinas y llenas de calor cuando baja el sol.
Mis vecino ya no pondrían a mitad de la calle su mesa de dominó.
Podría ver la novela a través de la ventana siempre abierta de Carmen mientras lavo los platos y me escondo del sol.
Usarían las medias en la cabeza las adolescentes para que no se les sude el pelo de salón.
¿Qué pasaría con el raspadero de la basílica de la chinita? Sobreviviría al frío como resiste el calor?
¿Qué pasaría en Maracaibo si llegara el invierno?
Serían tan brillantes los colores de las fachadas y el vallenato la manda sonora del ruta 6
Nada se compara a cantar a Silvestre sudando con una coca con hielo y ron.
¿Amaneceríamos los 18 de noviembre cantando gaitas y serenatas a la Chinita?
¿Y si llegara el invierno?
¿Cuándo llegaría?
Texto generado en el taller Refugio
VIRGINIA VERA♡ 
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