No sé qué escribir

Me senté hoy frente a la computadora con la idea de escribir. No me levanto hasta que no termine al menos dos párrafos y nada, no sale nada. ¿Habré perdido la práctica? ¿Será que esto no es lo mío?

Me repito constantemente «el que quiere escribir, escribe», pero no escribo. ¿Será que no quiero escribir?

He soñado con esto desde que tengo uso de razón, narrar es lo único que me ha mantenido cuerda estos años. Justifico todo lo que me pasa como una razón positiva para contarlo en algún lugar, ¿entonces?

Sé la respuesta, sé que para escribir más solo debo escribir más. Para contar más solo debo mirar con esos ojos con los que he mirado la vida mucho tiempo y que ahora, solo por unos malos días, he decidido no mirar ni contar.

¿Debemos firmar una carta de compromiso con nosotros mismos? Hola, sí. Me llamo Vir y me comprometo a escribirlo todo y así no sentir que nada tiene sentido porque estoy haciendo de todo, menos eso que me mantiene aquí.

Una parte de mí ha sentido que debe esperar tener la vida que sueña, para poder dedicarse a eso cien por ciento, porque así se ven las escritoras para mí. Pero después las veo y leo la vida a través de ellas, mujeres maravillosas que escriben algunos martes al mes, y me siento un poco en paz, no soy la única.

Pero sentirme en paz no es lo único que quiero, quizás sacarlo todo de mi cabeza y dejarlo en el papel, ahí donde pueda ordenarlo, leerlo o guardarlo. Todo, pero escrito.

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